El verano ya está aquí de pleno, así que, tomando semiprestado el título de la mítica película de Fernando León de Aranoa (‘Los lunes al sol’), queremos aprovechar para hablar de cómo afecta la mayor exposición al sol a nuestro pelo. En esta época del año el sol incide con más intensidad y, además, es habitual pasar mucho más tiempo en el exterior, ir a la playa, hacer más actividades al aire libre, etc. Una de las zonas de nuestro cuerpo más expuestas al sol es la cabeza y, por tanto, el pelo y el cuero cabelludo. ¿Sabes qué consecuencias tiene esto para la salud capilar? ¿Es bueno o potencialmente dañino? Si quieres averiguarlo, sigue leyendo.
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El verano, la época esplendorosa del sol
Verano y sol son dos conceptos que van de la mano. En España, por suerte, solemos disfrutar de la presencia del sol durante casi todo el año y en la mayoría de regiones. Aún así, es en verano cuando se deja sentir con más intensidad; especialmente en las zonas de costa y playa a las que solemos desplazarnos. A esto hay que sumar, como mencionábamos arriba, que durante estas fechas pasamos mucho más tiempo al aire libre. Por todo ello, el periodo estival es cuando más podemos disfrutar del sol y, al mismo tiempo, cuando más cuidado debemos tener con sus efectos negativos.
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¿Qué efectos tiene el sol sobre el pelo?
Si hablamos de la piel, todo el mundo tiene relativamente claro que un poco de sol es bueno, pero el exceso resulta perjudicial y es necesario protegerse. Sin embargo, es menos habitual tener en cuenta el pelo, a pesar de que se puede aplicar el mismo axioma: una exposición moderada al sol lo fortalece, mientras que demasiado sol puede debilitarlo.
Los efectos beneficiosos del sol
Ya se sabe, lo poco enamora y lo mucho cansa. Un poco de sol diario es muy beneficioso para el pelo, ya que estimula la síntesis de vitamina D, necesaria para que el cabello absorba el calcio (el cual, a su vez, permite al cabello asimilar otros nutrientes esenciales y crecer más fuerte y sano). Además, también potencia el riego sanguíneo en el cuero cabelludo, lo que acelera el ritmo de crecimiento del pelo.
Las consecuencias perniciosas del sol
El sol con moderación tiene sus cosas buenas, pero, si nos pasamos, los efectos negativos no tardarán en hacer su aparición. Al igual que ocurre con la piel, una exposición prolongada al sol provoca que el pelo se queme, deshidratándose y perdiendo flexibilidad. Cuanto más duradera sea la exposición, peores son los efectos: la estructura del pelo se debilita, se vuelve quebradizo, se parten las puntas, pierde color… El cuero cabelludo también puede verse afectado, resecándose e irritándose. Incluso, si hay poca densidad capilar, puede llegar a quemarse y que, con el tiempo, aparezcan manchas solares y otros problemas más graves de la piel.
¿Cómo podemos proteger el pelo del sol este verano?
Como se puede deducir de lo anterior, resulta absolutamente recomendable proteger el pelo del sol. Sobre todo en las horas fuertes del día, de 12:00 a 16:00, cuando más dañino resulta. En el mercado existen varios productos protectores con filtros UVA y UVB, aunque la forma más eficaz es interponer una barrera física, ya sea una sombrilla, una gorra, un sombrero o ponerse bajo techo. Esto último resulta especialmente recomendable para personas con el cabello muy seco o despoblado, más susceptibles a sufrir los efectos perjudiciales del sol. También para quienes llevan el cabello teñido, pues los agentes químicos de los tintes pueden potenciar el daño a la cutícula del pelo.
¿Y qué hacer si el daño ya está hecho?
Como en casi cualquier otro tema, siempre es mejor prevenir que curar. Respetar las peores horas de sol, cubrirse adecuadamente y mantenerse hidratado deberían resultar suficientes para proteger el pelo. Pero no siempre es posible y, además, otros factores atacan el pelo durante el verano, como el salitre del mar o el cloro de las piscinas. Por tanto, si el mal ya se ha producido, debemos apresurarnos lo máximo posible a tratar de repararlo. Para ello, la clave reside en productos hidratantes y nutritivos que devuelvan al pelo y al cuero cabelludo la hidratación perdida: champús, acondicionadores y mascarillas resultan esenciales para recuperar el pelo tras la exposición al sol.
Cuidar el pelo a diario es esencial para mantener la salud capilar
La forma de alopecia más común, la alopecia androgénica, tiene su origen en cuestiones genéticas y hormonales contra las que resulta más difícil luchar, pero también se ve afectada y favorecida por aspectos ambientales y malos hábitos. No prestar atención a nuestro pelo, ya sea en el lavado cotidiano o en las ocasiones especiales como el verano, solo contribuirá a debilitar el pelo y acelerar su caída. Asimismo, un pelo y un cuero cabelludo descuidados también resultan más proclives a la aparición de otros problemas capilares, como la dermatitis o la caspa.
Por todo ello, dedícale tiempo al cuidado de tu cabello. Tu salud capilar te lo agradecerá. Y, si detectas cualquier problema, acude lo antes posible a un especialista. En MAN Medical Institute contamos con los mejores expertos y tratamientos capilares. No dudes en llamarnos, estaremos encantados de ayudarte.