La palabra otoplastia, quizás, no te suene de mucho. Pero seguro que sí has oído hablar de la cirugía de orejas, un tratamiento sencillo y muy demandado para solucionar los problemas estéticos de las orejas. Y es que, por su ubicación y exposición, las orejas son muy susceptibles de sufrir alteraciones que resultan muy visibles y tienen un notable impacto en nuestro aspecto. Si quieres saber en qué consisten las distintas técnicas de otoplastia para corregir los problemas de las orejas, acompáñanos en este post.
Recibe tu Diagnóstico Online Gratis sin moverte de casa
Contenidos
¿Qué es una otoplastia?
Antes de ver las técnicas que existen, vamos a explicar la base: ¿qué es, exactamente, una otoplastia? Pues bien, la otoplastia es un tipo de cirugía estética facial que tiene como objetivo reparar y remodelar las malformaciones en las orejas. Se trata de un conjunto de intervenciones poco complejas y poco invasivas que sirven para modificar el aspecto de las orejas, ya sea para corregir los pabellones prominentes, reconstruir el lóbulo, disminuir o agrandar su tamaño, etc. Por lo general, se realiza con anestesia local y tiene una recuperación postoperatoria muy sencilla.
¿Qué tipos de otoplastia existen? Tipos de otoplastia según la alteración de las orejas
Los tipos de otoplastia y las técnicas que emplean cada uno varían en función de cuál es el problema que se quiere corregir. Vamos a ver cuáles son y cómo se llevan a cabo los más habituales:
Cirugía de orejas despegadas
Hablamos de las famosas y rápidamente identificadas por los niños “orejas de soplillo”. Desde el punto de vista técnico, se puede hablar de orejas despegadas cuando el pabellón sobresale más de 2 centímetros de los laterales de la cabeza. Constituyen la alteración más común de las orejas y, por tanto, es el tipo de intervención más demandado. Se realiza practicando una leve incisión en la parte posterior para remodelar el cartílago, ya sea mediante unos puntos fijos o extirpando una porción, y darle así la forma requerida. Las cicatrices quedan ocultas detrás de la oreja y resultan inapreciables.
Cirugía de oreja de Stahl
La denominada oreja de Stahl es aquella que presenta un cartílago demasiado delgado o acabado en punta (sí, las “orejas de elfo”), lo que altera la curvatura natural y puede resultar antiestético. En este caso se realiza también una incisión para acceder y corregir la forma del cartílago, doblándolo hasta lograr el ángulo deseado y suturando. Nuevamente, las pequeñas cicatrices quedan disimuladas en la parte posterior del pabellón.
Criptotia
Con este término se designa una alteración menos frecuente, que es la depresión del borde superior del pabellón (es decir, que el borde superior se dobla hacia abajo y hacia dentro de la oreja). Es habitual en estos casos que las orejas queden parcialmente tapadas y, además, muy poco separadas del cráneo, por lo que se requiere un doble proceso de corrección de forma y de posición.
Microtia
Aquí nos encontramos con un problema algo más complejo. Microtia es el término que recibe la alteración de “orejas pequeñas”. En los casos más graves se puede producir un bloqueo del canal auditivo e, incluso, la ausencia total de oreja (conocida como anotia). Para solucionar este problema se requiere una cirugía de reconstrucción en la que se aplican implantes, ya sean de cartílago del propio paciente o de material artificial
Deformación congénita o sobrevenida del lóbulo
Por último, nos encontramos con la cirugía de reparación del lóbulo, dirigida a corregir los defectos en esta zona de la oreja, ya sean debidos a malformaciones de nacimiento o provocadas por el uso de pendientes, piercings u otras modificaciones corporales. Por lo general, se lleva a cabo mediante unas sencillas incisiones y posteriores suturas en el área afectada.
Y tú, ¿qué tipo de otoplastia necesitas? Ponemos a tu disposición nuestro servicio de diagnóstico online gratuito para que conozcas la solución a tus necesidades estéticas de la mano del Grupo Clínico Nº1 en Europa.