El verano es la época por antonomasia del descanso y el disfrute, ambos tan necesarios como esperados a lo largo del año. Pero también vienen acompañados de una relajación en los hábitos de cuidado y de ciertos excesos. Es completamente normal y deseable tomarse un tiempo de desconexión y despreocupación. Sin embargo, la vuelta a la rutina puede llegar a hacerse muy cuesta arriba si no la afrontamos de la forma adecuada. Por ello, hoy os traemos unos trucos con los que revertir los excesos del verano y recuperar la línea de forma sencilla y accesible. Tomad nota.
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Unos kilos de más, el souvenir más típico de las vacaciones
Durante las vacaciones, lo normal es que cambiemos nuestros hábitos y horarios, que hagamos menos (o nada) de ejercicio, que comamos fuera de casa, que bebamos más… Todo ello acaba redundando en el peso, que tiende a aumentar en una media de 3 kilos. Pero no hay por qué preocuparse. Es importante no dejarse llevar por el “pánico” y tener claro que, con un poco de fuerza de voluntad y tiempo, es posible recuperar la forma perdida.
Recuperar una rutina saludable sin perder la cabeza
La clave para esta vuelta a la rutina reside en reincorporar poco a poco los hábitos saludables a nuestro día a día. De esta forma, perderemos los kilos ganados y recuperaremos la “normalidad” sin grandes dificultades. Hay que evitar a toda costa caer en la tentación de llevar a cabo una dieta agresiva o de fiarlo todo a unos cuantos días de ejercicio muy intenso. Haciendo esto corremos el riesgo de acabar invocando al fantasma del efecto rebote y, con él, a la frustración y el descontento. Las prisas nunca son buenas. Con paciencia, constancia y los trucos que desgranamos a continuación, podremos lograr nuestro objetivo sin sufrir por el camino.
Ponte en movimiento
Septiembre y enero son las dos épocas estrella para apuntarse al gimnasio. La intención está muy bien, pero en este caso, por desgracia, no es lo que cuenta. Si no somos capaces de ser constantes, no servirá de mucho. Nuestra recomendación es aprovechar el buen tiempo que aún hace para practicar deporte al aire libre, ya sea salir a correr un poco, hacer bicicleta, ir a jugar al pádel con amigos… Cualquier actividad deportiva vale, siempre que nos entretenga. De esta forma, nos resultará más sencillo recuperar el hábito y el placer del ejercicio.
Retoma los hábitos de alimentación
Es momento de dejar atrás las comilonas, las cenas copiosas, los aperitivos que se alargan durante horas… Toca recuperar una alimentación saludable y equilibrada para el día a día. No hablamos de una dieta, insistimos, sino de abandonar los excesos y la despreocupación veraniega y volver a cuidar nuestras comidas. No solo es importante cuidar la variedad y cantidad de lo que comemos, sino también tratar de establecer un horario relativamente fijo. La rutina puede ser aburrida en muchos casos, pero muy beneficiosa a la hora de comer.
Reinicia tus horarios
Siguiendo con el tema de los horarios, no solo debemos fijarnos en los de las comidas. Es muy recomendable, a fin de incentivar que nuestro cuerpo recupere sus ciclos habituales, tratar de mantener unos horarios lo más constantes posibles de descanso, trabajo, ocio y ejercicio. De todo ello, el aspecto más decisivo es el del sueño: un descanso inadecuado afecta negativamente a la salud mental y física, y provoca que perder peso sea una tarea mucho más ardua. Por tanto, se acabaron las largas noches de verano sin hora de irse a la cama, las siestas infinitas y el descontrol horario. Tras la pausa estival, debemos volver a marcarnos unas pautas que garanticen un buen y reparador descanso cotidiano.
Y, sobre todo, no te obsesiones
Ya lo hemos dicho más arriba, pero volvemos a insistir en ello: resulta esencial no obsesionar con el regreso a la rutina. Los puntos anteriores deben tomarse como consejos que aplicar progresivamente, no como normas estrictas e inamovibles. Cada persona tiene sus propios ritmos y proceso, de manera que debemos prestar atención a lo que mejor nos funciona y buscar nuestro punto de equilibrio. Haciéndolo así, en poco tiempo habremos conseguido revertir los excesos cometidos y retomar un día a día saludable sin casi darnos cuenta.