El sistema digestivo es un mecanismo extremadamente complejo que determina nuestra salud y bienestar. Está compuesto de muchos órganos que interactúan y su tarea es proporcionar al cuerpo todos los ingredientes necesarios para su correcto funcionamiento, y es que es en el aparato digestivo donde tienen lugar los procesos de secreción, digestión y absorción de los nutrientes que ingerimos con los alimentos. Desafortunadamente, una dieta inadecuada y un estilo de vida ajetreado pueden alterar gravemente su funcionamiento, por eso hoy te vamos a contar qué debes hacer para que tu sistema digestivo se mantenga sano.
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¿Cómo mejorar el funcionamiento del sistema digestivo?
Malestar estomacal, acidez, náuseas, estreñimiento y diarrea… Todos estos problemas digestivos deterioran nuestra calidad de vida, por eso es fundamental que adquieras una serie de hábitos y lleves una dieta sana y equilibrada para asegurar un buen funcionamiento del sistema digestivo.
Elige alimentos saludables y nutritivos
Una dieta rica en carbohidratos refinados, grasas trans y aditivos alimentarios aumenta el riesgo de trastornos digestivos e inflamación intestinal. Esto, a su vez, puede conducir a las llamadas fugas intestinales y enfermedades autoinmunes, incluidas la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Apuesta por una dieta basada en productos naturales ricos en nutrientes y limitada el consumo de alimentos procesados, ya que esta es la mejor forma de prevenir enfermedades del sistema digestivo.
Incluye fibra en tu dieta
La fibra tiene un efecto beneficioso sobre nuestro aparato digestivo. Actúa como un cepillo que barre los restos del tracto gastrointestinal. Por otro lado, las fracciones de fibra hacen que la comida permanezca más tiempo en el estómago, por lo que nos sentimos llenos durante más tiempo. La fibra limpia el cuerpo de productos metabólicos innecesarios, mejora la condición de la microflora intestinal y ayuda al crecimiento de bacterias beneficiosas. La ingesta diaria recomendada de fibra es de 25-40 gramos. Cuando la ingesta es menor, pueden surgir estreñimiento y otros problemas digestivos. Las principales fuentes de fibra en la dieta son los cereales, las verduras y la fruta.
No te olvides de las grasas saludables
Las grasas saludables, que provienen de alimentos como el aguacate, el aceite de oliva, nueces, pescado, semillas de chía o almendras, son necesarias para una correcta absorción de las vitaminas liposolubles. Así que no le tengas miedo a la grasa, lo más importante es elegir la llamada grasa buena y cuidar su cantidad adecuada en la dieta.
Mantén tu cuerpo hidratado
Muy poca ingesta de líquidos es una causa común de estreñimiento. Intenta beber al menos 1,5 litros de agua al día. Además, ten en cuenta que algunos alimentos también ayudan a la hidratación por su alto contenido en agua, como las verduras y frutas como pepinos, calabacines, tomates, fresas, naranjas y sandías. Con la llegada del buen tiempo, apetece tomar alimentos frescos, una buena alternativa es el gazpacho, que te aportará hidratación, vitaminas y minerales muy valiosos para afrontar el día con energía.
Mastica bien al comer
La boca es el punto de partida del sistema digestivo. Es aquí donde tiene lugar la preparación inicial de los alimentos para los procesos digestivos posteriores, por eso es muy importante masticar bien los alimentos para prevenir la indigestión y la acidez estomacal, así como ayudar a nuestro organismo a aumentar la absorción de nutrientes.
Maneja tus emociones
Los nervios, el estrés y la ansiedad tienen un gran impacto en el sistema digestivo. Pueden dar lugar a la aparición de enfermedades como el síndrome del intestino irritable o úlceras estomacales. Te aconsejamos que pongas en práctica ciertas técnicas como la meditación o el yoga para lidiar con las emociones negativas.
Practica la conciencia plena a la hora de comer
Comer de forma consciente te ayudará a digerir mejor los alimentos. Poner en práctica la atención plena a la hora de comer puede salvarte de padecer enfermedades gastrointestinales, así que come despacio, concéntrate en tu comida, apaga la televisión y no hables por teléfono durante las comidas. Presta atención a la apariencia de la comida y su olor. Mastica conscientemente cada bocado, observa la consistencia y disfruta el sabor. Al comer de esta manera, notará rápidamente una diferencia en la digestión.
Muévete más
Debes saber que la actividad física regular mejora significativamente la digestión. El movimiento ayuda a que los alimentos se muevan a través del tracto digestivo. Por eso, en vez de tumbarte en el sofá después de comer, da un paseo de 30 minutos. Las personas que realizan actividad física al menos 3 o 4 veces por semana sufren de estreñimiento con mucha menos frecuencia.
Deja de fumar y reduce el consumo de alcohol
Es bien sabido que el tabaco y el alcohol no van de la mano con un estilo de vida sano y equilibrado, y eso se puede traducir en problemas digestivos a largo plazo, como la gastritis crónica, úlcera gastroduodenal o la esofagitis por reflujo. Nuestra recomendación es que no abuses de las bebidas alcohólicas, y si eres fumador, lo mejor que puedes hacer por tu salud digestiva es abandonar esta práctica tan perjudicial para tu organismo.
Recuerda que el sistema digestivo está compuesto no solo por el estómago y los intestinos, sino también por el hígado y el páncreas. Simples cambios en la dieta, un estilo de vida adecuado y el abandono de hábitos perjudiciales son fundamentales para mantener un sistema digestivo sano. Además, si tu objetivo es perder peso, estas pequeñas acciones te van a ayudar a conseguirlo. Y si crees que necesitas ayuda en tu lucha contra la obesidad, puedes optar por el balón intragástrico FORCE® de 6 o 12 meses. Se trata de un método muy seguro, que no requiere de una cirugía compleja y te permite perder entre 10 y 25 kilos de forma rápida y sin riesgos.
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CAROLINA
