El tiempo pasa y por todo y para todos. Esta realidad incluye, aunque no solamos pensar en ello, a nuestro pelo. El cabello, como el resto del cuerpo, también envejece. La forma en la que el paso de los años afecta al pelo depende de distintas variables individuales, aunque sobre todo de la genética y el estilo de vida. Contra la primera ya sabemos que es muy difícil luchar, pero respecto al segundo punto sí que podemos hacer algo. Así que vamos a ver cómo y por qué envejece nuestro pelo y qué podemos hacer para ponerle freno al tema.
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Los signos del envejecimiento capilar
El primer y más evidente síntoma que a todos nos viene a la cabeza (si nos perdonáis la gracia) son las canas, pero no es el único. El envejecimiento del pelo, que se debe a una combinación de factores internos (genes, estado de salud, etc.) y externos (radiación UVA, tabaquismo, alimentación, etc.), se manifiesta a través de una serie de signos, como el color, el grosor, la cantidad, el volumen, la textura, la elasticidad y el brillo. Las señales más habituales son:
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- Debilitamiento: con el tiempo, el cabello se va volviendo más frágil y fino, debilitándose y siendo más propenso a roturas y puntas quebradizas.
- Disminución de volumen y densidad: con la pérdida de grosor del pelo, el cabello ve reducido también su espesor y volumen.
- Sequedad: la edad también resta hidratación al pelo, que se torna progresivamente más seco y, por ende, delicado.
- Pérdida de brillo: el tiempo trae consigo la pérdida del brillo natural del pelo, que se vuelve más opaco y deslucido.
- Caída del pelo: aquí entran en juego muchos otros elementos, pero la caída capilar también es mayor y más frecuente con la edad.
¿Cuáles son las causas de este envejecimiento capilar?
Como adelantábamos en el apartado anterior, en el envejecimiento del pelo influyen tanto cuestiones internas como ambientales. Evitar por completo los signos de la edad sobre el cabello (al igual que en el resto de nuestro organismo) no es posible, pero sí podemos tratar de minimizar su impacto si sabemos qué es lo que lo provoca. Así que vamos a repasar las causas detrás de este proceso:
- La edad en sí misma: es la principal responsable. El paso del tiempo implica un deterioro general del organismo debido al envejecimiento y la oxidación celular. La renovación de las células se ralentiza y las diversas estructuras del cuerpo se van degradando. El cuero cabelludo y el pelo no son una excepción.
- Los genes y las hormonas: en todos los procesos biológicos, la genética concreta de cada individuo tiene una gran influencia. Algunas personas son más propensas que otras al envejecimiento prematuro, a la aparición de canas o a la caída del pelo por la acción de sus genes y hormonas.
- El estilo de vida: cuestiones como la alimentación, el estrés, el tabaquismo o la rutina de cuidado del pelo también influyen en el envejecimiento. La alimentación es clave para el cabello, ya que es la que aporta los nutrientes necesarios para mantener fuerte y saludable. Pero también lo son el descanso, la hidratación o un correcto cuidado y lavado del pelo.
- Los factores ambientales: tanto el sol como la contaminación también son factores que pueden influir en el envejecimiento capilar. Ya os hemos contado lo importante que es proteger el pelo de los rayos solares, para evitar que se vuelvan secos y frágiles. La contaminación también está ligada a un envejecimiento prematuro, tanto de la piel, como del cabello.
¿Cómo evitar el envejecimiento capilar?
No se puede detener el tiempo, pero sí podemos hacer que parezca que pasa un poco más despacio. La acumulación de años, así como nuestra carga genética y hormonal, son cosas que nos vienen dadas sin que podamos cambiarlas. Sin embargo, sí podemos tomar las riendas de nuestra forma de vida y aprender a cuidar nuestro pelo desde dentro y desde fuera. ¿Cómo? Sencillo de decir: controlando nuestra alimentación, siguiendo una rutina de cuidado capilar y protegiendo el pelo de las agresiones ambientales.
En lo que respecta a la alimentación, no existe la dieta perfecta válida para todas las personas, casos y tipo de pelo. Pero sí que hay una regla general aplicable a casi todo el mundo: comer de todo, de forma variada y equilibrada, y en cantidades ajustadas a nuestro gasto energético cotidiano. En cuanto a los hábitos de cuidado del pelo, podemos seguir una serie de consejos:
- Utilizar fotoprotectores solares.
- Protegerse del sol intenso con gorros o sombreros.
- No excederse con la temperatura del agua y del secador.
- Reducir el uso de tintes.
- En caso de teñirse, escoger tintes con aceites y sin PPD (parafenilendiamina).
- Utilizar productos capilares poco agresivos con el cuero cabelludo.
- Escoger productos sin sulfatos y con bajas concentraciones de alcohol.
- Utilizar líneas específicas para cabello maduro.
Cuidado, el envejecimiento capilar y la alopecia no son lo mismo
Antes hemos hablado de que uno de los síntomas del envejecimiento del pelo es una mayor caída del mismo. Y, aunque es completamente cierto, debemos tener cuidado con no confundir el debilitamiento y caída del cabello propios de la edad con la alopecia. Sí, a partir de cierta edad es completamente normal que el pelo pierda volumen, se vuelva más fino y disminuya su densidad.
Sin embargo, la alopecia androgénica es un problema que puede aparecer a cualquier edad y que representa una caída progresiva pero constante del pelo. La buena alimentación y el cuidado del pelo pueden contribuir positivamente a ralentizar este proceso, pero para atajarlo es necesario recurrir a soluciones más expeditivas. Hablamos de tratamientos iniciales como el minoxidil o el PRP, o soluciones definitivas como el injerto capilar.
Sea como sea, lo más recomendable es que, si empiezas a notar que se te cae el pelo, acudas a un especialista lo antes posible para determinar cuál es la mejor opción. Recuerda que en MAN Medical Institute somos especialistas en diagnóstico y tratamiento capilar, con diversas soluciones adaptadas a cada caso. Si crees que necesitas ayuda, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estamos aquí para ti.