Un injerto de pelo es la única solución definitiva y eficaz contra la calvicie, pero también es un proceso largo que conlleva algunas incomodidades. Durante la primera fase, cuando las heridas están cicatrizando y el nuevo pelo está empezando a crecer, la apariencia estética no es la más deseada. Esto puede echar para atrás a quienes se están planteando dar el paso de someterse a la intervención. Por eso, os traemos este post con trucos y consejos para disimular las señales del trasplante capilar y hacer más llevadera la experiencia.
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Los principales signos que revelan que te has hecho un injerto capilar
Por lo general, un trasplante de pelo suele ser bastante evidente. En la mayoría de los casos requiere rasurar toda la cabeza o, al menos, las zonas donante y receptora. Esto, de base, ya supone un cambio estético notable para casi todo el mundo. Además, en las primeras semanas tras la intervención, se produce una hinchazón de toda la zona en general, enrojecimiento de las áreas tratadas, pequeñas costras y puntos blancos… En definitiva, una serie de signos que suelen resultar visibles e incómodos. Veamos qué podemos hacer para que se vean lo menos posible y el proceso pase desapercibido para los demás.
Disimular antes de la operación de injerto capilar
Así es, hablamos de tomar la iniciativa desde el principio. Tal y como mencionábamos en el apartado anterior, lo más habitual es realizar el injerto rapando toda la cabeza. Pero hay excepciones: es el caso de las mujeres y de los hombres con el pelo largo, en los que la operación se puede llevar a cabo rasurando únicamente las zonas donante y receptora. De esta forma, una vez concluida la intervención, el pelo largo restante puede servir para tapar dichas zonas y que nadie note los efectos. Asimismo, la técnica de injerto DHI (Direct Hair Implantation) permite extraer los folículos y reimplantarlos directamente sobre la marcha. De esta forma, no es necesario rapar la zona. Eso sí, el inconveniente es que solo sirve para cubrir áreas pequeñas (como la zona de las entradas). Si este es tu caso, recurrir al injerto DHI puede ser la solución para que el trasplante no se note en exceso.
Disimular después de la operación de injerto capilar
Tras la intervención comienza el proceso postoperatorio en el que, como os contábamos en otro post, es habitual que surjan una serie de efectos o molestias secundarias tras un injerto capilar. No son graves ni dolorosos, pero sí pueden resultar antiestéticos y complicar la tarea de disimular el injerto. Nos referimos a síntomas como:
- Enrojecimiento del cuero cabelludo.
- Pequeños puntitos en las zonas en las que se han extraído los folículos.
- Costras que se forman en la base de cada folículo implantado.
- Hinchazón en el área de la frente y los ojos.
Hay que tener en cuenta que se trata de efectos absolutamente normales y temporales, que desaparecen por completo en unas pocas semanas. Especialmente si seguimos con atención las recomendaciones de cuidado y lavado pautadas por los especialistas. Al margen de esto, veamos qué podemos hacer para disimularlos.
Cubre tu cabeza con la última moda
Una vez pasados los primeros 10 días, cuando los folículos implantados ya hayan arraigado y no exista peligro de que se desprendan, podemos cubrirnos la cabeza con una gorra, sombrero o pañuelo. Lo que esté más de moda o lo que más te guste. Además, conseguiremos un doble efecto beneficioso: disimular el injerto y evitar que le dé el sol a la zona que está cicatrizando.
Déjate barba
Si no eres partidario de los tocados en la cabeza, otra opción es desviar la atención de la vista y la distribución del pelo en la cabeza dejándote barba. Una buena barba puede conseguir perfectamente que nadie se fije en el trasplante.
Haz uso de productos cosméticos
Una opción más radical es recurrir a productos cosméticos. En el mercado hay múltiples opciones para cubrir y maquillar los signos del injerto. Elige la que más se adapte a ti, pero, eso sí, consultando antes con el especialista y respetando los tiempos de curación.
Tómate unas vacaciones
Es una solución muy socorrida y habitual. Muchas de las personas que se someten a un trasplante aprovechan para ello las vacaciones o se las cogen específicamente. De esta forma, puedes “desaparecer” durante unos días de tu vida cotidiana y te resultará más sencillo disimular el injerto entre tus conocidos. Además, que unas vacaciones siempre vienen bien.
¿Por qué disimular la operación?
Dicho todo lo anterior y a riesgo de contradecirnos a nosotros mismos, te hacemos una pregunta: ¿es realmente necesario disimular la intervención? Un injerto de pelo es un paso importante, un cambio en nuestras vidas para recuperar el pelo y la autoestima. ¿Por qué no lucirlo con orgullo?
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