Lipoescultura y liposucción son dos términos frecuentemente empleados de forma indistinta. La confusión entre ambos es moneda corriente y no resulta nada sencillo tener claro a qué se refiere cada término. Navegando entre blogs de internet, ofertas de páginas webs y demás contenidos online es fácil verlos entremezclados confusamente. De manera que os traemos este post para intentar poner un poco de luz sobre el asunto y delimitar qué es una lipoescultura y qué una liposucción. Sigue leyendo para averiguarlo.
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¿Qué es exactamente una liposucción?
Tal y como su propio nombre indica, una liposucción es cualquier procedimiento en el que, primero, se licúa la grasa corporal y, después, se extrae del cuerpo mediante un efecto de succión. Es un término válido para la liposucción tradicional, en la que se disuelve la grasa y después se absorbe gracias de unas cánulas introducidas a través de incisiones en la zona a tratar.
Pero también para técnicas más avanzadas como la lipoláser, en la que se recurre a la tecnología láser para disolver la grasa, que posteriormente es extraída mediante unas cánulas mucho más finas. Asimismo, también es aplicable a otros procedimientos, por ejemplo, aquellos en los que la grasa es succionada mediante jeringuillas. En definitiva una liposucción es cualquier intervención de extracción de grasa corporal mediante succión.
¿Qué es exactamente una lipoescultura?
El término lipoescultura, por su parte, mezcla dos conceptos distintos: lipo (grasa) y escultura. Se refiere, pues, a una serie de técnicas orientadas a remodelar la figura corporal empleando la propia grasa de la persona. Casi siempre, la lipoescultura implica realizar una liposucción para obtener la grasa que después se utiliza para dar forma a otras zonas del cuerpo (un proceso conocido como lipotransferencia), aunque no es obligatorio. Resumiendo, la lipoescultura no consiste únicamente en extraer el exceso de grasa corporal, sino en utilizar esta para moldear la figura y el contorno del cuerpo.
Las diferencias que existen entre lipoescultura y liposucción
Tal y como ya hemos visto, la diferencia fundamental entre ambos tratamientos es que la liposucción se limita a acabar con el exceso de grasa corporal, mientras que la lipoescultura emplea esta grasa para moldear y dar forma al contorno del cuerpo. Como es lógico, esta diferencia afecta a las técnicas y metodologías empleadas. Por lo general, la lipoescultura recurre a un instrumental más fino y preciso, especialmente las cánulas: se emplea unas especiales que absorben la grasa de forma mucho más delicada, permitiendo que las células adiposas sobrevivan y puedan reutilizarse en otra parte del cuerpo.
Liposucción y lipoescultura: los objetivos de cada cirugía
Visto lo anterior, se puede deducir que cada uno de estos dos procedimientos tiene un objetivo distinto y diferenciado.
Por un lado, la liposucción busca acabar con los cúmulos de grasa localizada resistente a otros tratamientos y que afectan negativamente a la figura. Suele emplearse en zonas del cuerpo como el abdomen, los flancos o los muslos. En el caso de áreas más pequeñas, como la papada o los brazos, lo habitual es recurrir a la lipoláser
La lipoescultura, por su parte, tiene como objetivo principal moldear el cuerpo. También se extraen depósitos de grasa, pero con la intención de emplearlos para dar forma a otras zonas del cuerpo y crear así una figura más estética o armónica.
¿Cómo puedo saber por cuál me decido: lipoescultura o liposucción?
Para responder a esta pregunta, debes tener claro cuál de los dos objetivos mencionados en el apartado anterior es el que más se ajusta a tus deseos. Si tienes un cuerpo definido pero en el que existen unos cúmulos de grasa que no consigues eliminar ni con dieta ni ejercicio, lo más probable es que la liposucción sea la solución a tu problema, Por el contrario, si tienes zonas de tu cuerpo a las que no logras dar volumen hagas lo que hagas, es posible que la respuesta esté en la lipoescultura. Sea como sea, debes acudir a un especialista, que será quien mejor pueda estudiar tu caso y recomendarte la opción idónea.
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