Alrededor de los once años de edad, tanto chicos como chicas pueden desarrollar tricotilomanía, un trastorno del control de los impulsos comprendido dentro de los TOCs (Trastornos Obsesivos Compulsivos). Pertenece al grupo de trastornos tales como la cleptomanía, la repetición, la acumulación y la ludopatía.
Este impulso incontrolable consiste en arrancarse el cabello. Aunque sus consecuencias son de alto impacto visual, este trastorno no implica ningún peligro para la integridad física de quien lo padece. Sin embargo, su aparición puede ser una clara señal de que el adolescente se encuentra sufriendo un fuerte episodio emocional.
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¿Por qué alguien experimenta el impulso de arrancarse el cabello?
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La persona que presenta tricotilomanía posee irrefrenables deseos de agarrar su propio cabello y retorcerlo hasta que finalmente se desprende del cuero cabelludo o de otras partes del cuerpo como son las cejas, las pestañas y el vello de los brazos.
El rango de edad en el que suele desarrollarse la tricotilomanía es entre los nueve y los trece años. Por razones que aún la ciencia desconoce, aproximadamente un 83 % de las personas que la padecen son mujeres.
Existen tres detonantes que llevan a una persona a tirar de su cabello hasta el punto de arrancárselo:
- Compulsión mecánica: La persona lo hace de forma inconsciente. Se da cuenta de lo que hace cuando tiene el pelo o el mechón en sus manos, una vez desprendido de la parte del cuerpo donde lo tenía.
- Aliviar la ansiedad: La persona sufre de ansiedad o de estrés, estados mentales que busca calmar a través de la acción de arrancarse el cabello.
- Gratificación: La persona encuentra placentera la sensación que produce el pelo al desprenderse. Lo arranca de manera compulsiva para obtener esa gratificación.
Causas biológicas de la tricotilomanía
En base a los últimos estudios que se han realizado para tratar de encontrar la causa específica de la tricotilomanía, se descubrió que las personas que la padecen presentan dos condiciones: desajustes neuroquímicos a nivel cerebral y predisposición genética.
En cuanto a los desajustes cerebrales, se ha encontrado que las personas con tricotilomanía comparten un marcado déficit de serotonina. Este neurotransmisor se encarga del buen funcionamiento de las células nerviosas y del cerebro. Cuando existe déficit de él es posible que aparezcan la depresión y la ansiedad, dos de los principales motivos de este trastorno.
Por otro lado, se encuentra la herencia genética. Es decir, si existen antecedentes familiares con tricotilomanía las probabilidades de desarrollarla aumentan.
Otras causas ocultas de la tricotilomanía
Dado que este trastorno es la cara visible de la ansiedad, el estrés o la búsqueda de una gratificación con la que compensar un déficit emocional, existen causas que lo generan que no se perciben o detectan tan fácilmente. Es necesario indagar para saber qué le ocurre a la persona a nivel psicológico.
Las causas más comunes son:
- Abusos
- Conflictos a nivel familiar
- Cambio de colegio
- Mudanza
- Divorcio de los padres
- Fallecimiento de un ser querido
Cuando una persona se encuentra en plena pubertad, no tiene las herramientas necesarias para lidiar con situaciones que no puede controlar y que le desagradan. Por consiguiente, vuelca la ansiedad en conductas compulsivas para que esas situaciones no le sobrepasen. Entre estas conductas, se encuentra la tricotilomanía.
Consecuencias de arrancarse el cabello
La consecuencia visible de este trastorno es la pérdida notable de cabello o vello en las zonas elegidas por la persona. Esto conlleva consecuencias psicológicas y sociales de importante gravedad tales como la disminución de la autoestima y el retraimiento social. Por lo tanto, entrar en un círculo vicioso es inevitable.
Tratamiento para la tricotilomanía
El tratamiento para este trastorno debe estar a cargo de un profesional en psicología o en psiquiatría, ya que la persona necesitará de una terapia que la ayude a eliminar este hábito.
En cuanto a la recuperación de la densidad capilar es posible que se requiera de un diagnóstico y de un tratamiento contra la alopecia. Si el cabello no ha vuelto a crecer después de algunas semanas, es muy posible que se haya sufrido un daño irreversible en los folículos pilosos. El tipo de alopecia que se genera debido a este hábito es la alopecia cicatricial, la cual requiere de un diagnóstico preciso para evaluar el daño y, posteriormente, un trasplante capilar para recuperar el cabello.
Es importante que cuando llegue el momento de realizar el trasplante, el hábito haya desaparecido por completo. De lo contrario, el daño podría ser mucho más severo debido al estado delicado en el que queda el cuero cabelludo después de la intervención.
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CAROLINA
