Todo el mundo tiene claro que la clave de un trasplante capilar es que el cabello trasplantado vuelva a crecer para no volver a caer nunca más. Esto es lo que convierte al trasplante capilar en la única solución verdaderamente definitiva contra la calvicie. Pero ¿qué sucede con la zona donante? El área de la que se extraen los folículos genéticamente inmunes a la alopecia, ¿recupera el cabello después de la intervención? Ésta es una de las principales dudas y preocupaciones de nuestros pacientes, así que vamos a dedicar este post a tratar de resolverla.
Para empezar, ¿cómo es el proceso de un trasplante capilar?
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La microcirugía capilar consiste en seleccionar las unidades foliculares más idóneas, extraerlas con precisión de la zona donante del paciente, conservarlas y reimplantarlas folículo a folículo en la zona receptora, respetando el ángulo y la profundidad natural del cabello. Este procedimiento resulta mínimamente invasivo, por lo que la recuperación es rápida y no deja cicatrices. De esta manera, obtenemos un resultado natural y permanente que no daña el cuero cabelludo.
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Durante las primeras semanas después de la intervención, se produce la fase de recuperación postoperatoria que suele incluir enrojecimiento, hinchazón, picor y formación de costras. Pasado este plazo, los injertos ya han arraigado y cicatrizado y sólo queda esperar a que el pelo vuelva a crecer progresivamente a lo largo de los siguientes meses. Aunque a partir del tercer o cuarto mes se puede apreciar casi por completo la nueva cabellera, por lo general es al año cuando se obtienen los resultados definitivos. Un proceso relativamente largo pero que, sin duda, merece la pena.
¿Cuál es la zona donante en un trasplante capilar? ¿De dónde me extraen el pelo?
La denominada zona donante abarca todo el área occipital y temporal del cuero cabelludo. Es decir, toda la región ubicada entre la coronilla y la nuca, así como los laterales de la cabeza entre las orejas y las sienes. Los folículos de toda esta zona son inmunes a los efectos negativos de la dihidrotestosterona (DHT), la principal hormona responsable de la alopecia androgénica. Por lo que, aunque sean trasplantados a otra parte del cuero cabelludo, seguirán sin verse afectados por la caída de cabello.
La pregunta clave: ¿vuelve a crecer el cabello de la zona donante después de realizar un trasplante capilar?
La respuesta rápida (y tranquilizadora) es que sí. Pero ¿cómo es posible que vuelva a crecer el pelo en la zona donante si se han extraído los folículos? La explicación reside en el hecho de que una misma unidad folicular puede contener entre 1 y 4 cabellos (2,2 de media). Por tanto, lo que hacemos no es extraer todos los folículos presentes en la zona donante, sino seleccionar los más idóneos (los que más cabellos contienen), cuidando al mismo tiempo de no extraer todos del mismo punto, sino que estén repartidos por toda esta zona.
De esta forma, obtenemos pelo suficiente para repoblar la zona receptora sin que la zona donante quede desierta. Los folículos que quedan en la zona donante (la cual se rasura para realizar la intervención) vuelven a crecer de forma natural y, al hacerlo, cubren totalmente lo que ha sido extraído. Todo esto es de vital importancia, ya que la densidad folicular de la zona donante es la que define la idoneidad de un paciente para someterse a un trasplante capilar, además de marcar el límite de folículos que pueden ser trasplantados sin afectar al aspecto de dicha región.
Evolución de la zona donante en un trasplante capilar: 2 semanas después de la intervención
Habiendo aclarado todo lo anterior y que el pelo sí vuelve a crecer en la zona donante una vez realizado el trasplante capilar, vamos a ver con más detalle cómo es la evolución del proceso.
2 días después
Como resultado de la anestesia y los pinchazos para proceder a su aplicación, la zona de la nuca queda con una sensación de “acorchamiento” tras la intervención. Pasados dos días, el paciente recupera la sensibilidad. Como contrapunto, con esta sensación de “acorchamiento” puede aparecer también cierto picor. Es muy importante no rascarse para aliviar la comezón, sino aplicar suero fisiológico o un calmante tópico suave.
4 o 5 días después
Comienzan a aparecer pequeñas costras o escamas de piel, fruto de la cicatrización de las incisiones realizadas. Se debe dejar que estas costras caigan de forma natural, sin rascar ni arrancarlas, para evitar que queden cicatrices visibles. Es recomendable lavar en profundidad la zona con agua templada y champú neutro. Durante esta fase es normal seguir sintiendo ciertas molestias, como picor o sensación de tirantez, que normalmente se pueden tolerar sin necesidad de recurrir a calmantes.
1 semana después
La hinchazón y las costras serán cada vez más imperceptibles. Poco a poco la zona estará totalmente recuperada, permitiendo que el cabello vuelva a crecer.
2 semanas después
Superadas las dos primeras semanas, todas las molestias habrán desaparecido y ya sólo restará esperar a que el pelo crezca de forma natural, ocultando así cualquier rastro de la intervención.
Un trasplante capilar es una técnica efectiva e indolora que depende mucho de la mano de los mejores profesionales. En MAN Medical Institute contamos con ellos. Ven a conocernos y déjate asesorar por nuestros especialistas, quienes te acompañarán antes, durante y después de la intervención, atendiéndote de manera totalmente personalizada.
CAROLINA
