Lucir un cabello bonito requiere de ciertos cuidados para mantenerlo en las mejores condiciones. Incorporar algunos hábitos a nuestra rutina de cuidados diarios y saber qué es mejor evitar, es clave para que nuestro pelo luzca sano. El cabello es un claro reflejo tanto de nuestra vitalidad como de posibles problemas de salud. Así, igual que la cara es el espejo del alma podríamos afirmar que el pelo es el reflejo de nuestra salud, ya que puede verse fácilmente afectado por algunos procesos internos que suceden en nuestro cuerpo, como sucede con los cambios hormonales, sobre todo en las mujeres, el estrés, la propia genética, etc. Además, es una parte fundamental como expresión de nuestro ser, que influye en gran medida en nuestra autoestima.

Muchos de nosotros mostramos un gran interés en cuidar de nuestro cabello, porque somos conscientes de la importancia que tiene, pero no sabemos exactamente qué hacer para mantener nuestro pelo fuerte, resistente y brillante, más allá de usar ciertos productos específicos. Dependiendo de cómo lo cuidemos conseguiremos unos resultados u otros.

A continuación, te damos algunos consejos para saber cómo cuidar de tu pelo y que lo tengas siempre en las mejores condiciones posibles. ¡Sigue leyendo!

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Consejos para saber cómo cuidar de tu pelo

1. Sigue una dieta equilibrada

¿Has oído alguna vez aquello de que “somos lo que comemos”? En lo referente a nuestro cabello no iba a ser menos. Acostumbrar a seguir una correcta alimentación es clave para cuidar el pelo, existe una estrecha relación entre la alimentación y la caída del cabello. Para evitar la caída capilar es importante llevar a cabo una dieta equilibrada basada en el consumo de legumbres, verduras, carne, pescado y fruta.

2. Lava el cabello con la frecuencia que lo necesites

El mito de que no es bueno lavar el pelo a diario o varias veces a la semana no es cierto. Debemos lavarnos el pelo cuando sea necesario dependiendo de si tenemos el cabello graso o no. La acumulación de suciedad, sebo y contaminación afectan al correcto funcionamiento del cuero cabelludo, por lo que la frecuencia de lavados dependerá de las necesidades de cada tipo de cabello.

Podemos lavarnos el pelo una vez cada 2 o 3 días o diariamente si así lo necesitamos. La clave está en usar el champú adecuado según las particularidades de cada cabello y cuero cabelludo.

3. Evita la exposición del cabello a las altas temperaturas

El cabello graso es el resultado de la producción excesiva de grasa por las glándulas sebáceas del cuero cabelludo. Se ve como un pelo pesado sin volumen y demasiado brillante. Este efecto puede producirse, además de por una higiene deficiente del cuero cabelludo, por la exposición del pelo a ambientes con altas temperaturas y también a causa del uso de agua excesivamente caliente durante los lavados. El aire caliente del secador puede contribuir también a ello, por lo que es recomendable mantener el secador al menos a 15 centímetros del cuero cabelludo.

4. Ampollas para el pelo, ¿cómo elegir?

Hoy en día hay una amplia variedad de ampollas para el tratamiento del cabello disponibles en el mercado. Sin embargo, no todas tienen los mismos principios activos y la misma eficacia. Es importante que estas ampollas combinen algunos componentes esenciales, como vitaminas, minerales, aminoácidos, péptidos, ácidos nucleicos y factores de crecimiento en las dosis adecuadas.

Si todos estos requisitos se cumplen, junto con un régimen dietético saludable, es posible apreciar efectos favorables en la salud del cabello. Pero es importante tener en cuenta, que las ampollas de aplicación tópica tienen un índice de absorción limitado no comparable al de los productos inyectables directamente en el cuero cabelludo, que se utilizan en algunos tratamientos como la mesoterapia capilar.

5. Evita los picos de estrés

El estrés no sólo afecta a nuestro estado de ánimo, también se hace notar en nuestra salud capilar. Es uno de los factores que más relación tiene con la caída del pelo. Provoca una caída relativamente rápida en el momento en el que se produce, pero, sin embargo, la recuperación es lenta, siempre que el periodo de estrés haya desaparecido.

Cuando estamos estresados, nuestro organismo segrega ciertas hormonas que afectan al funcionamiento del folículo piloso, lo que facilita la caída del cabello e impide que se regenere. Pon en práctica técnicas de relajación y respiración que te ayuden a gestionar mejor las situaciones del día a día y anímate con actividades como la meditación o el yoga, esto te ayudará a liberar las tensiones acumuladas a lo largo de la jornada y a mantener el estrés a raya.