La caída excesiva de cabello puede producirse por varias causas, tanto en los hombres como en las mujeres. Es importante ponerse en manos de especialistas capilares para determinar el tipo de alopecia del que se trata, qué la provoca y cómo puede tratarse.

En el peine, en la almohada o en la ducha. 100 cabellos al día es la cifra que marca la diferencia entre una caída normal y sufrir un problema capilar.

Es cierto que la caída del cabello es más abundante en otoño o invierno debido a que son épocas del año en las que el pelo se renueva, pero existen otros factores relacionados con tu salud que la intensifican.

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Por este motivo, es importante recalcar algunas de las causas principales por las que se produce la caída del pelo. Si crees que pierdes más cabello de lo normal sigue leyendo, esto te interesa.

Factores que propician la caída del cabello

FACTOR GENÉTICO

La predisposición genética que tenemos hacia la alopecia es una de las principales causas de la calvicie. Esto significa que la alopecia es hereditaria, por lo que, es cierto que si nuestros familiares más cercanos sufren calvicie, es muy probable que nosotros también la suframos. Esto sucede sobre todo en el caso de la alopecia masculina. Los síntomas tienden a aparecer con la edad a medida que se envejece y comienzan a notarse por la ausencia de pelo en las denominadas entradas y, en el caso de las mujeres, con la pérdida del grosor del cabello.

FACTOR HORMONAL

Como ya hemos hablado de esto en anteriores posts, sobre todo en el caso de las mujeres, los trastornos hormonales provenientes de dos cambios muy importantes en su cuerpo como son el embarazo y la menopausia pueden ocasionar la caída del cabello. En el caso de estos trastornos, la evolución de la alopecia puede variar siendo reversible en el caso del embarazo o prolongada en el tiempo en el caso de la menopausia.

ENFERMEDADES

Tener problemas de tiroides puede dar lugar a la denominada alopecia areata. Entre los distintos tipos de calvicie, este tipo de alopecia se presenta en parches o en lo que comúnmente se conoce como calvas. Además, otras afecciones médicas como la diabetes, el lupus o la tiña también provocan alopecia.

MEDICAMENTOS

Algunos de los medicamentos que son usados para tratar enfermedades como el cáncer, la artritis, la depresión, los problemas cardíacos, la gota y la presión arterial alta pueden tener entre sus efectos secundarios la pérdida de cabello, siendo muy común también cuando alguien se realiza un tratamiento de radioterapia de la cabeza. A raíz de este tipo de procedimientos es posible que el cabello se debilite y no vuelva a crecer como antes, debido al estrés y a la ansiedad que producen.

Muchas personas notan una reducción significativa en el grosor del cabello meses después de sufrir un episodio físico o emocional desagradable, aunque es cierto que este tipo de pérdida de cabello es temporal.

QUIMIOTERAPIA

En los 10 días posteriores al inicio de un tratamiento de quimioterapia el cabello se debilita progresivamente y se cae prácticamente en un 90%. Esta caída repentina del cabello se produce porque la quimioterapia es un tratamiento que afecta a todas las células del cuerpo, no sólo a las células cancerosas. Sin embargo, no todos los tratamientos de quimioterapia causan caída del cabello, depende en gran medida de los fármacos y de las dosis.

TRATAMIENTOS PARA EL PELO

Algunos tratamientos para el cabello pueden resultar excesivamente agresivos para el mismo o para el cuero cabelludo, sobre todo el empleo de algunos tintes o champús que lo debilitan y fracturan. Por eso, si observas una pérdida de cabello a la que no estás acostumbrado, es recomendable que sea uno de nuestros especialistas capilares quien te aconseje qué tipo de tratamiento te conviene en función de tu caso.

ESTRÉS

El estrés puede ser el origen de numerosos y diferentes síntomas. Entre ellos, la caída excesiva del cabello. A este tipo de pérdida de cabello se le denomina efluvio telógeno. El cabello tiende a caerse en mechones, pero el problema desaparecerá una vez remita la causa de ese periodo estresante.