No puedes dejar de pensar en ello. Te levantas constantemente entre horas para ir a la cocina a buscar algo que picar. Las horas de las comidas son una idea fija que te ronda la cabeza en todo momento… Si te sientes identificado con estas afirmaciones, es posible que padezcas una obsesión por la comida. Es uno de los problemas más habituales, y al mismo tiempo la causa principal, que experimentan las personas con sobrepeso u obesidad. Sin embargo, este círculo vicioso de ansiedad por comer no es definitivo, se puede romper. Vamos a ver cómo identificar este problema, qué lo provoca y cómo ponerle solución. Porque, repetimos, acabar con ello es posible. 

Posibles causas de la obsesión con la comida

¿Qué se esconde detrás de este comportamiento compulsivo con la comida? No existe una única respuesta, sino una combinación de factores que derivan en la aparición de este problema. Como sucede con la mayoría de comportamientos obsesivos, suele tratarse de una respuesta a una suma de elementos negativos que llevan a depender de la comida como una vía de escape. Dichos factores pueden ser de diversa naturaleza:

• Causas biológicas, como determinados desequilibrios hormonales, efectos secundarios del consumo de algunos medicamentos o antecedentes familiares de este tipo de adicción.
• Factores psicológicos, como sucesos traumáticos, abusos, estrés, sentimientos de soledad, aislamiento social o depresión, etc. En estos casos, la obsesión por la comida aparece como un mecanismo de defensa emocional. 
• Otros motivos también pueden influir en esta obsesión, como los patrones alimentarios aprendidos, los cambios vitales o el abuso de determinadas sustancias.

¿Cómo puedo saber si estoy obsesionado con la comida?

En el párrafo anterior te hemos dado ya algunas pistas, pero profundicemos un poco en ello. La obsesión por la comida es una pulsión obsesiva por comer sin que haya una sensación real de hambre. El proceso habitual es, más o menos, el siguiente: 

• Las ganas de comer aparecen y se instalan como una idea fija de la que no te puedes deshacer.
• Esta obsesión te genera una ansiedad creciente, hasta que cedes y vas a por comida.
• Tras haber caído en la tentación, por lo general, se produce un sentimiento de culpa que deriva en más ansiedad, y el ciclo se repite.

Una vez más, si te sientes identificado con lo descrito, es muy probable que tengas un problema de obsesión con la comida. No obstante, aquí llega nuestra recomendación estrella: ante cualquier duda, consulta con un especialista. La salud es uno de nuestros bienes más preciados y debemos prestarle toda la atención posible. 

Tranquilo, toda obsesión se puede romper: ¿Cómo afrontar la obsesión por la comida?

Ahora que ya sabes qué puede producir la obsesión por la comida y cómo puedes reconocer el problema, queremos repetirte el mensaje del principio: tiene solución. Como cualquier otra adicción o compulsión, con la ayuda y el apoyo necesarios, la ansiedad por comer se puede vencer. 

El primer paso, aceptar la situación

Es la esencia indispensable para solventar cualquier problema: reconocer que lo tenemos. Una vez superada esa primera barrera de aceptación, rota la espiral de silencio y autoconvencimiento, se abre el camino para dejarlo atrás. Atreverte a recorrerlo está en tu mano. 

Hablar de ello ayuda

Si el primer paso es aceptarlo en tu interior, el siguiente escalón es proyectarlo hacia fuera. Ponerlo en palabras y transmitírselo a nuestro entorno. Familiares y amigos son el apoyo básico imprescindible que te ayudará a acabar con tu obsesión. Sin olvidar, por supuesto, la ayuda profesional. 

Determina si estás realmente hambriento u obsesionado antes de comer

Cuando las ganas de comer hagan su aparición, realiza un ejercicio de autoreflexión: ¿se trata de hambre o de ansiedad? ¿Necesito comer o quiero comer? Aprender a diferenciar si tienes hambre de verdad o estás viviendo un episodio de ansiedad te ayudará a abordar el problema.

Busca otras fuentes de felicidad

Al tratarse de una adicción, responder al impulso de comer te reporta una falsa sensación de placer. Aunque esta pueda ir acompañada después por un sentimiento de culpa, esa felicidad momentánea que experimentas te impulsa a volver a caer una y otra vez. Por eso, resulta fundamental hallar otra fuente de satisfacción en la que volcarte, ya sea una afición, las relaciones con otras personas, el trabajo… No existe una fórmula universal, busca la que funcione para ti.  

La obsesión por algo siempre tiene una raíz más profunda

Ya lo decíamos en el apartado sobre las causas: la obsesión por la comida es una respuesta a problemas de fondo que encuentran aquí su vía de escape. Reconocer el problema, compartirlo con los demás, aprender a controlarlo y buscar alternativas son pasos necesarios para superarlo, sí, pero lo verdaderamente fundamental es averiguar de dónde viene y tratar de solucionarlo desde la base. Para esto, lo mejor es recurrir a la ayuda profesional, a alguien que sepa cómo ayudarte a identificar el origen de tu obsesión y que te acompañe en el proceso de ponerle fin.

Sabemos que superar la obsesión por la comida no es fácil. Ponte en contacto con nuestro equipo médico, te ayudará a encontrar la raíz del problema y la solución para mejorar tu salud física y emocional.