La obesidad mórbida o extrema se da cuando el IMC (Índice de Masa Corporal) es superior a 40. Es el grado de sobrepeso más elevado y, por tanto, el que supone un mayor perjuicio para la salud y la autoestima de quien lo padece. Luchar contra este tipo de obesidad no es una tarea sencilla, pero sí necesaria si queremos tener una vida más saludable y libre de complejos. Abordar la cuestión exige un enfoque múltiple que incluye, como no puede ser de otra manera, dieta y ejercicio. Pero no solo. La obesidad mórbida suele requerir tratamientos específicos que permiten reducir grandes cantidades de peso de forma eficaz y segura. Es aquí donde entran en juego la cirugía bariátrica y su abanico de opciones para combatir el exceso de kilos.
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¿Qué es la cirugía bariátrica?
El concepto de cirugía bariátrica engloba una serie de técnicas quirúrgicas destinadas a modificar la forma, el tamaño y la capacidad del estómago con el objetivo de facilitar la pérdida de peso corporal. A día de hoy, existe una amplia variedad de técnicas y tratamientos en el mercado. Cada una de ellas presenta características particulares y se adapta mejor a diferentes necesidades de adelgazamiento.
Es importante tener en cuenta que estos tratamientos son procedimientos quirúrgicos. Es decir, además de sus evidentes beneficios, también entrañan riesgos y potenciales complicaciones. Por lo tanto, a la hora de someterse a uno de ellos hay que tener muy claro qué queremos y qué podemos conseguir; elegir con cuidado a los especialistas en cuyas manos nos vamos a poner, y comprometernos por completo con un cambio radical de estilo de vida que permita conservar lo logrado.
¿Quién puede ser candidato a una cirugía bariátrica?
Tal y como señalábamos en el apartado anterior, dentro de la cirugía bariátrica existen diferentes tipos de tratamientos, cada uno de ellos indicado para distintos tipos de paciente. Según el grado de sobrepeso, medido en función del IMC, será más recomendable una estrategia de abordaje. En el caso que nos ocupa, la obesidad mórbida, hablamos de personas con un IMC superior a 40.
Más allá de la cuestión del peso, a la hora de optar a una cirugía bariátrica se debe tener en cuenta la posible presencia de enfermedades o problemas de salud que puedan contravenir la intervención. Por ello, resulta de vital importancia acudir a un especialista con experiencia que realice un estudio y diagnóstico exhaustivo de cada caso.
Tipos de cirugía bariátrica
Ahora que ya tenemos claro qué es la cirugía bariátrica y cómo puede ayudarnos en la lucha contra la obesidad y la obesidad mórbida, entremos un poco en detalle dando un repaso a los distintos tipos de tratamientos que ofrece el mercado.
Método POSE y POSER vertical reforzado
El método POSE y POSER vertical reforzado son dos ejemplos de los tratamientos de pérdida de peso más avanzados que existen. Consisten fundamentalmente en la reducción del estómago, alterando su forma y su capacidad, y, lo que es más importante, sin cirugía. Es un método garantizado al 100% sin necesidad de llevar a cabo una cirugía bariátrica compleja. Ambos se realizan mediante vía endoscópica y están basados en hacer pliegues en el estómago para reducir su volumen.
En el método POSE se puede reducir el volumen hasta un 30% y con el POSER vertical reforzado hasta un 40%. La elección de una técnica u otra dependerá del grado de obesidad y de la recomendación del especialista. En ambos casos son técnicas reversibles.
Balón gástrico
El balón gástrico es un globo de silicona médica que se introduce desinflado en el estómago por vía endoscópica. Una vez dentro del estómago, se infla para reducir su capacidad y que, por lo tanto, tu sensación de apetito sea menor. Se trata de un procedimiento seguro y poco invasivo, y se puede sacar de tu cuerpo a los 6 o los 12 meses. Se puede llegar a perder más de 15 kilos con el balón gástrico de 6 meses y más de 25 kilos con el balón gástrico de 12 meses de tratamiento, junto a las recomendaciones alimenticias de Nuestro equipo médico y el ejercicio físico. Las cuales hay que mantener una vez terminado el tratamiento para evitar el temido efecto rebote.
Método APOLLO
El Método APOLLO es de las intervenciones más demandadas para acabar con la obesidad. No se trata de una cirugía compleja y no requiere ninguna incisión, ya que la intervención se lleva a cabo por vía oral y endoscópica. Consiste en realizar una serie de suturas en diferentes puntos del estómago para unirlas a través de estos puntos de anclaje. Así se consigue reducir el tamaño del estómago y cambiar su forma para sentir antes la sensación de saciedad al comer. A los 18 meses, aproximadamente, cuando los pacientes han logrado su objetivo y han cambiado sus hábitos alimenticios, se deshace por completo lo realizado en la intervención y las paredes del estómago vuelven a su sitio.
Bypass gástrico
El Bypass Gástrico está especialmente indicado para pacientes con un IMC superior a 40 que no logran perder peso (ni mantener un peso saludable en el tiempo) solamente con dietas y ejercicio. Por lo tanto, estamos hablando de personas con obesidad mórbida.
Se trata de una técnica que combina dos conceptos: por un lado, permite reducir enormemente la capacidad del estómago (dejándolo en unos 20-50 centímetros cúbicos) y, por otro, gracias a la técnica del bypass que le da nombre, permite conectarlo al intestino delgado, consiguiendo que se produzca una absorción mucho más eficiente de las calorías y los nutrientes. Es un procedimiento reversible que puede dejar el estómago en su estado inicial.
Manga Gástrica
La manga gástrica es un procedimiento que ha demostrado ser efectivo para tratar la obesidad mórbida y las enfermedades asociadas. El procedimiento se realiza vía laparoscópica y consiste en dejar el estómago como un tubo estrecho o “manga” para que tenga mucha menos capacidad. Es una intervención irreversible y, por lo tanto, indicada para personas con obesidad mórbida extrema.
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CAROLINA
